Luto en el fútbol avilesino por el fallecimiento de Rufo Quintana

Tras dejar el Navarro, que sentimentalmente nunca abandonó renovando su recibo de socio todos los años, y con la llegada de su amigo Pepe Frana a la presidencia del Real Avilés Industrial, Rufo Quintana dio un paso adelante en su faceta como directivo de fútbol y fue, como vicepresidente deportivo, una figura clave en un proyecto que derivó en el mejor Avilés de los tiempos modernos. El ascenso a Segunda División en 1990, y dos temporadas de estancia en el fútbol profesional, forman parte de la herencia de un club del que Rufo Quintana formó parte activa hasta 1992, cuando la llegada de las sociedades anónimas dejaron sin papel a los directivos de toda la vida.

Con ellos, con sus compañeros de junta en el club blanquiazul, se reunía ocasionalmente en citas gastronómicas, que se convertían en un incesante contar y escuchar anécdotas y recuerdos de sus años en el fútbol, casi siempre con el Real Avilés y el Navarro como protagonistas.

Rufo Quintana, que siempre quiso pasar desapercibido a ojos de los medios de comunicación, sufrió en silencio durante los tres últimos meses una enfermedad que finalmente ha ganado la batalla en fechas tan señaladas. Casado con María Luz del Bosque Ugalde, prima carnal del exseleccionador español de fútbol Vicente del Bosque, Rufo Quintana tenía dos hijos, Ignacio y Jorge, este último exjugador del Navarro y otros equipos asturianos, y actual entrenador del Llaranes.

El funeral por su eterno descanso se celebrará mañana lunes, a las cinco de la tarde en la iglesia parroquial San Pedro Navarro de Valliniello.