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Álvaro Zaro, Ito, Adrián León, Berna, Geni y Alejandro; Omar, Cerrudo, Jandro, Álex Arias y Dani López, equipo inicial del Real Avilés en su anterior partido ante el Tropezón en el Román Suárez Puerta, donde esta tarde se espera el mejor ambiente para animar a los futbolistas blanquiazules en su reto de la permanencia.
La última oportunidad para el Avilés
REAL AVILÉS

La última oportunidad para el Avilés

El equipo blanquiazul tiene que recuperar su mejor versión para encarrilar la eliminatoria con una victoria para el encuentro de vuelta

NACHO GUTIÉRREZ

Viernes, 22 de mayo 2015, 22:42

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Hace un año en el Real Avilés se estiraba la temporada con el premio de un play off de ascenso de cuyo nombre no queremos acordarnos. Doce meses después, el equipo blanquiazul también retrasa las vacaciones, pero porque no ha hecho los deberes, los de la permanencia, que por momentos se escapa de las nerviosas manos avilesinas.

El primer asalto de la eliminatoria con el Eldense por no descender se dirime este penúltimo sábado de mayo, a partir de las siete y media de la tarde en el Román Suárez Puerta, que abrirá sus puertas por última vez en este calamitoso ejercicio, que bien merece un estudio sicológico en profundidad para que se haya llegado a esta situación.

Los dos equipos tienen bastante en común, desde los números, aunque mejor presentados por los alicantinos, hasta el trasiego producido en el puesto de entrenador, ocupado por hasta tres inquilinos, con o sin título. La diferencia, al margen de poblaciones, estructura de club o la historia pasada y reciente de cada uno, es que el Avilés llega al momento definitivo con la lengua fuera y abatido, mientras el Eldense lo hace instalado en la ilusión de evitar un descenso directo que se daba por seguro y que estuvo a minutos de consumarse.

Mientras en Santiago el Avilés y su afición mascaban la caída del equipo a la fase de repesca, los eldenses celebraron casi como una permanencia conseguir la bola extra. Y eso es, sin duda, un punto a favor, porque como dice el gestor-entrenador John Clarkson, «el problema del Avilés es mental». Algo de eso hay, seguro, en una temporada atípica se mire por donde se mire, que ha terminado destrozando a un equipo que necesita una recuperación que muchos tildan de milagrosa para salir de este gran apuro en el que se ha metido el Real Avilés. Barla, con razón, trata de inculcar a sus futbolistas que «partimos de cero» a la hora de valorar las posibilidades del equipo, y el gaditano no se cansa de expresar su confianza en la respuesta de sus pupilos.

Cerrar la portería

Una respuesta que no ha llegado en las tres últimas jornadas, con dolorosas derrotas casi provocadas por la debilidad exhibida por el conjunto avilesino. Al ya conocido problema de efectividad se la ha unido en la segunda vuelta una fragilidad defensiva que en una eliminatoria a doble partido puede ser fatal si los blanquiazules no son capaces de fortalecer su trabajo de contención.

El Eldense, números en mano, es bastante mejor en casa que fuera, lo que obliga hoy a ganar y hacerlo sin encajar goles por el valor doble para un partido de vuelta, matinal, en plenas, fiestas locales, en campo sintético, que se anuncia como un infierno, a expensas del resultado que depare esta tarde el primer asalto de la eliminatoria.

Un cara a cara en el que también ha entrado en escena la 'guerra' de nervios, con comentarios triunfales en Elda por el sorteo que no han sentado bien, aunque tampoco podemos negar que en Avilés era el alicantino el equipo que se quería en el sorteo. La euforia viene dada por las trayectorias finales de uno y otro, cuesta abajo la avilesina, en alza la alicantina y el malestar, más allá de comentarios del entorno, tiene origen en el día y hora del partido de vuelta, domingo a las 12.

Liga de dos partidos

Todas las circunstancias ayudan a entender como se presenta el partido de hoy y la eliminatoria, aunque bien dice Barla que «esto es una liga a dos partidos, partimos de cero y tenemos que lavar la cabeza para demostrar que somos un equipo capacitado para superar este reto».

La cita es a las siete y media de la tarde, con precios muy rebajados a modo de gancho para que muchos se unan a los poco más de mil fieles y sufridores aficionados, a los que el equipo, el club, les pide aparcar durante noventa minutos la amargura de una temporada tormentosa para intentar salvar la categoría, quién sabe si también el futuro del club avilesino. El Suárez Puerta, para no dejarnos el tópico, tiene que ser el jugador número doce y entender que está en el aire continuar en Segunda División B a la espera de mejores tiempos, o caer.

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