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José Manuel Barla en un partido en el Suárez Puerta.
«No seríamos muy merecedores de la permanencia si no ganamos el domingo»
REAL AVILÉS

«No seríamos muy merecedores de la permanencia si no ganamos el domingo»

José Manuel Barla espera que el equipo responda en el Suárez Puerta ante un Tropezón descendido y experto en dar sorpresas

NACHO GUTIÉRREZ

Lunes, 4 de mayo 2015, 22:40

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El Real Avilés regresó de Zamora con el escozor de una goleada que aplaza la permanencia al menos una semana. José Manuel Barla repasaba ayer la extraña derrota en el Ruta de la Plata y era claro al decir que si el equipo no gana el domingo al Tropezón «no sería muy merecedor de la permanencia».

Del inesperado 4-1 de Zamora el entrenador blanquiazul tenía varias pegas que poner: «Nadie podía esperar un resultado así, tan abultado, ni antes del partido ni viendo lo que estaba pasando en el campo. Teníamos la situación controlada y el resultado se decide por una serie de circunstancias que se nos ponen en contra, los errores que cometemos y algunas decisiones arbitrales, llamemos, dudosas. Creo que el equipo no se mereció tanto castigo y que tenemos que pasar página ya».

Una de esas circunstancias en contra fue no poder alcanzar el descanso con ventaja tras el gol de Álex en el rechace de un penalti, vía por la que también llegó el empate ya consumido el minuto 45: «No es lo mismo arrancar el segundo tiempo con ventaja porque ellos habrían tenido que salir a correr riesgos desde el principio, y tal como estábamos plantados en el campo la situación seguro que no hubiese sido la misma. La desgracia fue que nada más sacar de centro en el 0-1 se produjo una carambola tras un despeje y en el barullo el árbitro señala penalti. Fue una pena porque el efecto de acabar el primer tiempo ganando nos hubiese ayudado mucho».

Pese a ese gol que chafó al equipo de Barla, el gaditano dice que «el equipo tenía las ideas claras y salió tras el descanso incluso mejor que en el primer tiempo, tuvimos un par de ocasiones con Álvaro y Álex hasta que llega la jugada desgraciada del segundo gol, a la que no vamos a darle más vueltas. El equipo trató aún de sobreponerse y pudo hacerlo, pero llegó la jugada del penalti que termina de romper el partido».

En el once inicial del Avilés, además del relevo de Adrián por el sancionado Berna, llamó la atención el cambio en la portería, con David tras muchas jornadas en el banquillo: «Las decisiones se toman siempre de forma consensuada, pensando fríamente. Creo que el Real Avilés tiene dos muy buenos porteros, cualquiera de ellos con capacidad para ser titular. Decidimos en este partido darle descanso a Alejandro. Por trabajo, y también por calidad, David se merecía una oportunidad, pero a veces el destino te juega malas pasadas. Los errores de los porteros se señalan mucho más que los de un delantero que falla goles y la verdad es que la trascendencia es la misma. Le puede pasar a cualquiera y respecto al próximo partido hay que pensar con calma antes de decidir, pero el primero que los sabrá es el interesado».

«Dependemos de nosotros»

Decía Barla el viernes que estando cerca, la permanencia aún estaba sin cerrar. Y en esas estamos con dos jornadas por delante: «Siempre pasa en fútbol que las últimas jornadas deparan muchos resultados inesperados. Lo más importante de nuestra situación es que dependemos de nosotros mismos y que para salvarnos hay que conseguir la victoria ante el Tropezón, otro resultado nos demostraría que no seríamos muy merecedores de la permanencia».

A estas alturas todas las semanas se habla de finales. Lo fueron los partidos ante Langreo y Astorga en el Suárez Puerta, y de nuevo el Avilés tendrá como aliado su campo y a sus aficionados para lograr un triunfo que, ya sí, confirmaría la continuidad del equipo en Segunda B. Y Barla espera que el efecto local ayude a sumar los tres puntos el domingo para no tener que ir a Santiago de Compostela con los deberes por completar: «Cada lunes hemos hablado de los puntos que podían hacer falta para estar salvados y era difícil de acertar. Ahora quedan dos partidos y lo único cierto es que la del domingo sí es una auténtica final porque si ganamos estamos matemáticamente salvados. Tiene que ser para nosotros el partido definitivo, no se puede dar otro resultado que no sea ganar al Tropezón».

El equipo cántabro ya está descendido, pero ha demostrado que es capaz de dar un golpe donde y cuando menos se espera: «Desgraciadamente para ellos ya han bajado, pero precisamente por eso puede ser un equipo más peligroso que si viniera angustiado por la necesidad de ganar. Vendrá relajado y suelto a jugar su partido y nosotros tenemos que demostrarles que quienes se están jugando la vida somos nosotros».

Lejos de alterarlo, Barla mantiene el discurso y la confianza en su plantilla: «El partido de Zamora fue muy extraño, pero el equipo se manejó bien y en circunstancias de normalidad no nos ganan. Desde el primer día dije que los futbolistas saben como nadie lo que está en juego y todos estamos locos porque esto termine de una vez con final feliz. Tenemos la oportunidad de hacerlo el domingo y es en lo que debemos pensar todos».

Y al hilo de la actitud del equipo avilesino, el entrenador confía en el apoyo de la afición avilesina para el partido más importante de la temporada: «Estoy seguro de que van a estar al lado del Avilés y lo que esperamos es dedicarles la victoria y poder celebrar, si así podemos llamarlo, una permanencia que nos está costando más de lo normal».

Un sufrimiento que casi se prolonga hasta el último momento: «Esperemos que nuestro sufrimiento sea hasta el penúltimo partido. Esta temporada ha sido, para la familia del Real Avilés, muy dolorosa y no se olvidará fácilmente por todo lo que ha pasado. La única pequeña satisfacción que podemos darle ahora es la permanencia el domingo».

Se sale el hombro de Álex

Barla confirmó que tiene a todos sus jugadores disponibles para esta final, ya que no hay sanciones y los 'tocados' del domingo en Zamora, en principio, llegarán sin más pegas al partido con el Tropezón. Es el caso de Álex Arias, quien ayer aparecía con el brazo izquierdo en cabestrillo: «Se me salió el hombro en una jugada, pero volvió a su sitio. Con un par de días de reposo, listo».

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