Borrar
David le detiene el penalti a Dudi en el partido de Copa del Rey jugado en el pasado mes de septiembre en el Suárez Puerta.
Duelo de rivalidad y sensaciones

Duelo de rivalidad y sensaciones

Los gozoniegos no saben lo que es ganar aún en la presente temporada, mientras que el equipo avilesino está inmerso en un cambio de gestión con muchas incógnitas

ALBERTO HUERGA

Sábado, 8 de noviembre 2014, 23:44

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Partido complicado, con muchas dudas y en una situación delicada. Es la definición que un aficionado al fútbol a mil kilómetros de distancia podría hacer del Marino-Real Avilés, pero es un partido que trasciende mucho más de eso. Y sobre todo en la situación en la que se encuentran los dos equipos. Ni el Marino, ni el Avilés quieren perder cuando se enfrentan entre ellos, ni los jugadores y mucho menos los aficionados, es un partido en el que las 'chanzas', las bromas y el orgullo pesan y no poco. Da igual la situación en la que se encuentren, es un partido de sensaciones, de emociones y de rivalidad, esa rivalidad en la que se fundamentan muchos cambios en las dinámicas de los equipos. Es un partido diferente en el que el Marino se olvidará de que no sabe lo que es ganar en la Liga y el Real Avilés de toda la incertidumbre que le rodea. A partir de las 18.30 horas, en el municipal de Miramar, el balón comenzará a rodar y todo se olvidará. Las situaciones deportivas y extradeportivas pasarán a un segundo plano y la pelota decidirá quién recibe la inyección de moral que le servirá para capear el temporal, al menos durante una semana, hasta que haya un nuevo partido.

Los partidos entre el Real Avilés y el Marino son especiales. No son un enfrentamiento más. Son tres puntos y un duelo de sensaciones en el que los dos pretenden 'hundir', siempre entre comillas, al rival y respirar una jornada más. En esta ocasión ambos afrontan el encuentro en una situación delicada: los marineros porque no han ganado y los avilesinos porque tiene detrás un panorama bastante negro en lo institucional. Pero los dos entrenadores se han encargado de motivar a sus respectivos equipos con la ilusión de conseguir tres puntos y olvidarse de todo lo demás.

El estado del campo se presume como determinante para el desarrollo del encuentro. El equipo que físicamente se encuentre mejor puede tener un punto de ventaja teniendo en cuenta que la lluvia puede hacer que Miramar esté más pesado de lo esperado aún.

El Real Avilés tiene claras las intenciones del Marino y cómo debe jugar en el citado escenario para intentar conseguir los tres puntos. Otra cosa es que consiga llevarlo a cabo. En un principio el principal problema, o duda, de Josu Uribe está en el puesto de lateral derecho. El técnico gijonés mantiene varias posibilidades en esa zona: «Ni yo sé quién va a jugar». Casi lo dice en broma, pero también en serio. Su duda está entre Borja Granda, un luanquín con ficha del filial por el que apostó en un par de ocasiones antes de que se lesionase en Valladolid, y Marcos Cerrudo. El madrileño llegó muy fuerte en verano, parecía uno de los aciertos, pero Uribe no confía en él y se ha visto en los últimos encuentros en la grada. Con Bonaque fuera de la convocatoria e Iván Matas con escasas posibilidades, es la principal duda en el equipo inicial del Real Avilés.

'Trivote' en el centro del campo para los avilesinos y Cristian a la banda para que Rubén Rivera o Antonio Matas, presumiblemente este último, jueguen por el centro, con Jandro en la banda derecha. Esa es la estrategia de un Real Avilés que pierde a Omar Sampedro en la derecha por acumulación de amonestaciones y que busca la segunda victoria de forma consecutiva, en esta ocasión frente a un Marino que se encuentra en una situación delicada.

Para los gozoniegos es un partido importante. No trascendental, aunque todo los puntos son necesarios y el Marino se encuentra como colista sin saber lo que es ganar -el único equipo de Segunda División con estas circunstancias- y necesita cuanto antes salir de esa situación ya que a medida que pasan las jornadas se hace todo mucho más complicado.

Recupera a Juanma Torres, un jugador que no ha podido estar con el resto de compañeros desde la primera jornada, pero que recibió el alta médica el pasado miércoles. Es improbable que juegue como titular frente al Real Avilés, pero no está descartado que tenga minutos.

El Marino es un equipo que mantiene el bloque en la parte de atrás y la portería, pero que además ha incorporado a jugadores que pueden ser importantes como el mediocentro Merino, el mediapunta Omar y el delantero Fran Pastor, un jugador desequilibrante. Todos ellos estuvieron en la agenda del Real Avilés, pero ni llegó, ni se decidió, ni nada de nada. Era una etapa en la que Real Avilés Nueva Gestión estaba preparando su salida del equipo y pensando en la entrada de un nuevo gestor.

No le ha ido demasiado bien al Marino en la presente temporada, pero los partidos de rivalidad, como es el que mañana se disputará en Miramar son diferentes. No sirve de nada todo lo anterior. Sólo hay que pensar en noventa minutos, en jugar y en tres puntos que llegan en una situación dura para ambos, para el Marino por lo deportivo y para el Real Avilés por lo que rodea al cambio en la gestión. Es un partido para que el más fuerte mentalmente pueda sumar tres puntos y pinchar al rival más cercano, al que siempre se quiere ganar, da igual las circunstancias, los jugadores y el momento. Algo más que tres puntos en juego.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios