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ALBERTO HUERGA
Jueves, 7 de marzo 2024, 10:10
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«Esto no es serio. Me recuerda mucho a mi etapa en Grecia cuando todo era una incertidumbre y un día subían a un equipo, luego desparecía y al siguiente volvía a estar ahí». Josu Uribe comparaba la situación en la que se encuentra la Liga española con la vivida por él en Grecia, cuando la federación helena tuvo que suspender la competición hasta bien entrado el mes de octubre. El técnico gijonés reconocía que «tenemos contactos con algunos clubes de otros grupos e incluso de Segunda División para jugar un amistoso si deciden que no se inicie la Liga, pero no tiene sentido». Es consecuente con lo que reconocía el año pasado con el caso del Salamanca Athletic, en el que el entrenador del Real Avilés pedía que se definiesen de una vez y no jugasen con la preparación y los profesionales que día a día saltan al campo para preparar un partido.
Lo que tenía claro Josu Uribe es que tanto el Mirandés como el Murcia son dos buenos equipos y tampoco le daba mucho miedo que fuese el conjunto murciano el rival de los avilesinos, como finalmente ha ocurrido. «Siempre prefiero jugar en un buen estadio contra un buen equipo y con gente en las gradas que hacerlo en un campo de hierba sintética en el que no sabes lo que te vas a encontrar y con 100 espectadores viendo el partido». Es de la idea de que cuanto mejor sea el campo, mejor para el futbolista y en Murcia él estuvo en la etapa del Hércules y del Eibar, un estadio del que tiene buenos recuerdos.
Los kilómetros serán lo de menos para el técnico gijonés. «Nosotros sólo vamos a ir una vez a Murcia», explica sobre los 890 que separan la capital murciana de Avilés y pensando en lo que tendrá que hacer el equipo entrenado hasta este momento por José Manuel Aira. «El problema lo tienen ellos, que cada quince días tendrán que meterse casi dos mil kilómetros para jugar un partido», sostiene.
Ahora, el Murcia se encuentra en una situación delicada. Muchos jugadores de la actual plantilla del equipo murciano tienen en su contrato una cláusula por la que quedarían libres en caso de descenso y algunos se apuraron a ejercerla en la anterior ocasión en la que la Liga de Fútbol Profesional decidió mandar a los pimentoneros a Segunda División B. Algunos esperaron y tenían la esperanza de que la decisión del Juzgado Mercantil fuese suficiente, pero una buena parte de ellos pedirán su salida. Son varios los que cuentan con ofertas de Segunda División.
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