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Limones, en primer plano, masca la derrota mientras los jugadores dle Avilés celebran el gol de Omar que suponía el 0-2
Un Avilés imperial en Cartagonova
fútbol | fase de promoción de ascenso a segunda división

Un Avilés imperial en Cartagonova

El equipo de Uribe noquea al Cartagena (1-3) con un partido de libro y pone un pie en la segunda eliminatoria | Nacho López, Omar y Javi Camochu firman con sus goles un resultado de ensueño que llegó tras una faena redonda de los jugadores avilesinos

Alberto Huerga

Lunes, 19 de mayo 2014, 14:12

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¡Qué éxtasis! Golpe de autoridad, autoestima y derechos. El Real Avilés fue un equipo imperial en Cartagena y con su claro y justo triunfo (1-3) tiene pie y medio en la segunda eliminatoria por el ascenso a Segunda División. Nacho López, Omar Sampedro y Javi Camochu noquearon con sus goles al equipo murciano, necesitado ahora de un milagro deportivo para no quedarse fuera a las primeras de cambio.

Un Real Avilés que ha tirado de un puñetazo todas las dudas que alguno tenía. Dieciocho años después se ha clasificado para pelear por ascender a Segunda División y quiere llegar hasta el final. «Las finales se ganan, no se juegan», que dijo Luis Aragonés. Y Uribe y sus muchachos, porque son sus muchachos, lo llevan al pie de la letra. No quieren dejar pasar una oportunidad histórica. Son un equipo. Ríen, bromean y juegan a las cartas cuando hay que hacerlo, pero cuando hay que ponerse serios son los primeros. Nada de zarandajas. A tope y a por todas. Esa es la consigna de un equipo que va a la guerra. Que pelea unido. Que lucha por lo suyo. Y que en Cartagena dio ese golpe encima de la mesa. No van de tapados. Son una realidad. Y lo demostraron en 90 minutos sublimes en el campo de Cartagonova. Con alegría, sufrimiento, emoción y alguna lágrima. De alegría y de tristeza.

Aunque lo bueno, lo positivo, es que las de felicidad eran blanquiazules, ayer de granate. Y festejadas desde Cartagena a Avilés pasando por Bolivia, Dinamarca y Guipúzcoa. Se ha recuperado un sentimiento. Y ahora, a ver quién lo para.

Uribe no engaña a nadie. Se ha ganado la confianza del grupo. Ha apostado por un equipo. Y los que quieran pueden subirse o quedarse en la cuneta. Allá cada uno. Lo que tiene claro el entrenador es lo que quiere. Y en Cartagena lo tuvo muy, muy claro. Conocía al rival y no cambió su esquema. Jugaron los esperados, mientras que Tevenet prefirió cambiar el trivote habitual para colocar a Megías un poco más adelantado. Sabía que tenía que atacar. Jugar primero en tu campo, te obliga. Pero la verdad es que fue decepcionante el juego expuesto por el equipo murciano.

Hay jugadores en el Real Avilés que están a otro nivel. Algún dirigente de Segunda División debería de haber acudido más al Suárez Puerta. Álex Arias e Ito son la punta de lanza, los que aportan algo distinto arriba, sobre todo el primero. Borja Prieto y Omar los trabajadores. Los currantes. Los que ayudan a los laterales y luego se meten hacia el centro cuando tienen que recibir el balón. Y después está el entramado defensivo, el grueso de ese entramado. Cusi y Geni por delante de una defensa que, recibiendo los balones de cara, sólo tenía que pelear, disputar y despejar. Lo que desea toda defensa. Ver venir de cara las ocasiones del rival. Y eso que el Cartagena tiene bandas y pólvora arriba, que en un par de ocasiones que se metió entre el central y el lateral generó alguna que otra duda. Pero su juego directo era como el agua que amenazó caer sobre el municipal de Cartagonova y que se quedó en nada.

El primer golpe

El Real Avilés jugó como siempre. Asociándose, con paredes, conducciones. Y entrando por el centro, por donde más jugadores del equipo rival había. Hay veces que no importa el número de efectivos, si no la mentalidad de uno mismo. Y el Avilés tenía mentalidad ganadora. Álex Arias cogió galones. Recibió un una pared excelsa de Borja Prieto, caracoleó por la izquierda y metió un balón al segundo palo donde apareció Nacho López con un cabezazo primoroso ganando la espalda a la defensa y partiendo en posición legal. Quince minutos y el Real Avilés tenía el gol que necesitaba para regresar al Suárez Puerta con la moral, las ilusiones y las intenciones intactas.

Pero no se quedó ahí. Ito pudo hacer el segundo. Se asentó sobre el campo, Cusi y Geni actuaron como aguadores incrustándose en la defensa cuando era necesario y saliendo a frenar a los rivales cuando debían, mientras la defensa despejaba todo lo que le llegaba y los de arriba desahogaban. Y también llegaban. Apretaban sin dejar jugar con tranquilidad a un rival alentado desde la grada, pero también silbado en algunas ocasiones. No había una reacción de salir a morder y el Real Avilés tampoco se dejaba, en un primer tiempo en el que todo le salió como quería. El partido era suyo.

Fugaz 0-2

Y tras el descanso Omar Sampedro ejercía de especialista en promociones. Zapatazo desde la frontal y el salto de Limones con las manos estiradas sólo servía para atrapar aire entre sus guantes mientras el balón se colaba en la portería murciana. Caía el 0-2 y los pitos arrecieban en Cartagonova

Y las críticas a Luis Tevenet. Todo lo contrario que en el otro bando. Mientras la afición del Cartagena se ponía de uñas, los avilesinos disfrutaban, aunque el único error de todo el partido de los avilesinos provocó un cambio en las tendencias. Varios rechaces defensivos acabaron con el balón en los pies de Megías, y el blanquinegro redujo distancias con un certero remate desde dentro del área.

Aire para los murcianos y templanza para el Real Avilés. Se relajó. Puso su telaraña. Durmió el partido y, por si fuera poco, Uribe hizo los cambios antes de lo que es habitual en él y no le salieron nada mal. Pascual salió por Ito y jugó en la mediapunta, dando templanza. Luego quiso frenar los golpeos laterales con el vasco Mikel Méndez por el lesionado Nacho como frontón, y pese a recomponer toda la defensa -Dani López pasó a la derecha, César Soriano al lateral zurdo y Mikel al central del mismo perfil- no dejó ni un resquicio.

La puntilla

Y aún quedaba el éxtasis avilesino. Álex Arias, determinante, el jugador más en forma y cuya temporada puede llevarle mucho más arriba dejó el sitio a Javi Camochu. Refresco y diez minutos para sufrir, pero el que lo hizo fue el Cartagena. Pase en largo de Pascual, Omar encara a Astrain y cuando le sale también Mariano mete a la otra banda donde Javi Camochu no falla. Un gol que provocó el éxtasis en el Avilés.

El Cartagena hizo menos daño que un disparo de un niño pequeño. Estuvo maniatado en todo momento. Tuvo más el balón, pero donde quiso el Real Avilés. David intervino en lo que tuvo que intervenir, pero no fue determinante. El equipo no lo necesitó. Sus compañeros lo evitaron. Hicieron el partido perfecto. 1-3 en la ida de la primera eliminatoria del play-off de ascenso a Segunda División. Cualquiera lo firmaría, aunque tras el pitido del árbitro haya que decir que no está todo hecho y que quedan otros noventa minutos. Cierto, pero cierto también que el Cartagena necesita ganar por 0-3, como mínimo y eso parece poco probable si el Real Avilés mantiene el mismo nivel que ayer en Cartagena, el que viene exhibiendo en los últimos meses, el que ha mostrado en casa toda la temporada. Si no hay una catástrofe, el 26 de mayo esperará rival para la segunda eliminatoria.

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